viernes, 26 de febrero de 2016

Poemas prestados #91

Muchas gracias a todos los que nos han enviado sus poemas con las palabras prestadas por Martín Gómez del Instituto Caro y Cuervo. Te animamos a que sigas participando en la nonagésima segunda edición que empieza el viernes 26 de febrero del año 2015.

Premio al mejor poema seleccionado por la editorial Cuadernos del Vigía. Enhorabuena a Pedro Bernal quién recibirá el libro Del crear y lo creado –3 Prosa selecta. 2: Ensayo, Narrativa de Hugo Mujica de la editorial Vaso Roto




A continuación publicamos los poemas escritos a partir de las palabras prestadas:
vida, paz, leer, dizque y machucar.


❆ ❆ ❆



Tu mano

Tus manos, que bajaron generosas
crepúsculos, azules, algodones…,
leían en la piel las desazones
de tímidas vivencias orgullosas,

y derramaban paces generosas
en las heridas, con los algodones
saturando la sangre y desazones
de aquellas exigencias orgullosas.

Pues, dizque la memoria primitiva,
en este mundo, lo que todo mueve
es el refugio de ofrecer la mano,

yo quisiera sentir la primitiva
pasión que no machuca; y colma; y mueve…,
esa que solo puede dar tu mano.


Pedro Bernal
Madrid, España

creacionpoetica.blogspot.com


❆ ❆ ❆



Machuca en el almirez
la vida con albahaca,
añade cominos, ajo,
pica la vida en piñones
y con aceite la empapas.
Pellizca la sal de mar,
májala con paz de arena
machucando todo junto
con azafrán y cilantro,
y sin leer la receta
sigue majando y majando.
Y dizque si pones pan
y si sigues machucando
la vida con azafrán
y la paz con el cilantro
con el almirez de loza
y la mano de alabastro,
tu senda tendrá colores,
tendrá sabor, tendrá canto
y con el olor a aceite
tu camino será llano.


Pon
Madrid, España


❆ ❆ ❆


Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera;
olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.

Proverbio hindú


Escaparate

Los tejados
de las letras
saben que resbalaremos.
Nace moribundo el poema.
Alguien calibra si esa cicatriz
que nuestras hemorrágicas horas traspasó
es lo suficientemente profunda para ellos.
Si a nuestros pasos de títeres
en las aureolas de las ciudades
les falta una diéresis, una coma,
un punto y aparte,
o es punto y final,
este machucar de tecla y sollozo.
En la escombrera de los egos
las almas pujan por esa paz
del iracundo templo de los agraciados.
Subastan sus túnicas, cambian los signos,
el estilo inconfundible
que solo hablaba de ti,
se entrega a otros estilos en pos
de ser agraciado a la suerte del bendecido.
No será tu sufrimiento o tu alegría, extrañeza,
en medio de esta urbe
de libros y reseñas preñado.
No, tú caminar de lustros
que saben más por viejos que por perros.
Será tu nombre y tu vigilia,
la interacción y su modo de ungirnos.
Dizque, la eternidad
en condena trasmuta lo efímero.
Allá, en cualquier esquina
de estos amuletos circulares y desvalidos
morirá una mañana cualquiera
un fragmento de tu vida
entre la ceguera
de quien ni te ha leído.
Seguirás soñando con hacer de tu alma
una intemperie de escaparate.


Pilar Gorricho del Castillo
Logroño, La Rioja, España


❆ ❆ ❆



Habíamos tomado el sol

Habíamos tomado el sol de esa forma mineral de estar
tendidos en la vida como estúpidos creyentes en la paz,
que no esperaban sino hollar, machucar su propia realidad.
Habíamos querido conformar nuestra ilusa dignidad. (Y un gurú
quedaba atrás haciéndonos leer la forma de llegar -a la paz-.)
A la paz en autoestop. (Y La Paz era altiplano con hojas que mascar.)
Todo era un tenderete de ilusiones entre humos de hojas secas,
margaritas en las blusas y la tonta lealtad. Y Abrías la cortina (olvídate de puertas,
una puerta provocaba sensación de estanqueidad) y todo el mundo, nuevamente,
machucando su corta realidad. Y mientras las hormigas subían sin parar.
Resulta que la vida en cuanto arroja criaturas, ella misma ya es la lucha.
Y habíamos querido alzar las aves de la paz. (¡Ave, César, es tu paz mi lealtad!)
Ahora aquí nos vemos, sentados en los años, mecidos por los lloros y con poco que ganar.
Dizque son las lágrimas el canto del dolor. Dolor de aquellas flores (bueno, esto es metafórico,
cambiamos unos estampados por otros más actuales, en este caso, generalizados).
Estábamos tomando el sol de toda soledad, de aquella que tuvimos
Y de aquesta que nos dan. (¿Y nos dan con dignidad?)


Vicente Javier Fernández Gómez
Añastro, Burgos, España

vicentejavier-f.blogspot.com


❆ ❆ ❆



LA PUERTA

Entretuve el silencio de la noche
en la paz de mi escondite,
en aquel ambigú de moda

la luz adormilaba el tiempo
¿cómo evitar su mirada?
hoy he hablado con una puerta
me he atrevido a leerla
y me ha contado su vida

cuando no viene nadie y se hastía,
las noches de insomnio
que dibujan ilusiones
corazones dizque de amor eterno,
ese que a veces termina en forma de humo

esos altibajos emocionales
que dibujan en rotulador
letras contenidas
machucadas por el tiempo,
confidente de esperanzas y depresiones
de desengaños y sueños

y de cuentos de hadas
que a veces
¿por qué no?
sí se cumplen


Maribel Moratilla
Zaragoza, España


❆ ❆ ❆



Rip van Winkle (Preludio a la siesta bajo una secoya)


Ha atardecido. Murmura el arroyo
y, en tiempos convulsos, el bosque
emana paz. Las historias que se leen
en las hojas de los árboles son
bien diferentes de los dizques
y la maledicencia que se respira
en el poblado puritano
de la colonia.

Van Winkle se tumba pero
la historia no se detiene,
los relojes avanzan
y el sueño se impone.
Las ramas de la secoya le arropan
como si fueran un tejado holandés.
Y pasa la vida.

Al despertar, ocurre que ya
no rige el rey Jorge,
el perro ha muerto,
las aves han machucado, empollado
y abandonado el nido y
aquel hijo que llevaba su nombre y apellido
le ha sobrepasado en edad.


Gabriel Merino
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Maldita vida

Mi vida, no la contemplo, y mejor…
Tengo paz
Leer, leo; leo hasta secar mis ojos
La paz me la invento cada día
Paz con todos tengo menos conmigo
Tengo mala ostia cuando debo tenerla
Los ojos…; me las arreglo
Mi vida; compilación variada y adversa
Mi vida; retruécano mortal, un orden invertido
No quiero ir donde voy, y voy donde no quiero
Hay una constante verbena en mi vida
Vivo de forma inapropiada
No tengo los años que tengo y más de los que quisiera
Me cabrea la vida
Me cabrea la mezquindad de ella, los pocos años
Los muchos…
Dizque, y qué me importa la gente cabrona
Tendría que tener la intención de no vivir lo que resta
La tengo…
Me jode vivir con la brasa del hospicio de marras
La mierda de vida
Machucar, que machuquen, nunca me importó
Todo machuca, tengo el cuerpo hecho de moretones
Tengo que seguir viviendo e intento no cabrearme


Marian Orruño
Bilbao, Vizcaya


❆ ❆ ❆



Paz eterna

La vida te trae la paz
cuando ya no la disfrutas,
cuando descansas total.

Leer esta nota da
un repelús, que machuca
al saber, no has de durar.

Lo evidente dizque, está
transcurriendo el existir,
la muerte sienta fatal…


Carmen Barrios Rull
Leganés, Madrid, España


❆ ❆ ❆



Machucar penas

Ser poeta
no es escribir versos
ni recitarlos
de corrido y palpitando.

Ser poeta
es leer cual Sibila
y contar para otros
el gran misterio.
Traer la vida
a la negra tinta
machucando penas
y a las risas dando.

El académico entendido
dizque
debes a la perceptiva
dominar en serio.
Yo te digo
deja en paz el acento
no midas
y lee la vida
libre y amando.


Julio Alcalá
Castellón, España

julitoches.blogspot.com


❆ ❆ ❆



Hastío

Al leer
la crónica de la mañana
dizque
vio el reflejo
de su hastiada vida.

Tras machucar su sesera
llegó a la conclusión
que subsistir vegetando
no era paz
era quietud fingida.


Carmen Lafuente
Madrid, España


❆ ❆ ❆



Desprendiéndose

Solo te sostienes de una rama delgada
El viento sopla fuerte buscando derrumbarte
El sol calienta buscando resbales
Te aferras a una vida que ya cumplió su ciclo
No puedes escapar de tu destino
Y decides encontrar la paz entregándote al vacío
Un escritor lee lo que dizque será su gran novela
Absorto en su historia no percibe que te encuentras sobre sus zapatos empolvados
Pone el punto final. Suspira, levanta la mirada y al dar su primer paso hacia la luz.
Machuca cientos de vidas convertidas hoy en alfombra de otoño
El viento vuelve a soplar fuerte esparciendo sueños color sepia.


Marilyn Lavado
Lima, Perú


❆ ❆ ❆



Paz


Paz aletean mis alas
al leer tus pasos
oscuros en mis blancas
y negras letras
que atan mi espalda
dizque por
tu desamor
que ata mi corazón
que se machuca en un amuleto
de tu voz cantante
para cubrirme con
un abrigo rojo
que abraza
un canario
de pecho rojo
que muere para
recuperarme en vida
de mi dolor.




❆ ❆ ❆



TRATADO PARA LA ETERNIDAD


¿Para qué buscar la eternidad
si se oculta en tu cuerpo extendido?
Leo tu ritmo desesperado,
huelo tu sangre de universo suficiente,
bebo el aire dulce de la paz en tu boca
y el misterio deja de ser efímero.
La vida sin años, eterna vocación de verano.
La piel generosa resume la existencia. Salva.

Solo hay muerte en tus palabras
dizque, te amo
y te respondo con la misma letra de tu canto
machucas la perfecta imperfección de lo humano.

Te propongo un trato.
Calla. Guarda tu voz recelosa de viejas canas.
Pide mi cuerpo; profánalo hondo de pecado
y no me niegues del tuyo nada.
Ni una gota de semen. Ni una gota de lágrima.

La postura más sabia del amor nos crea cada día;
en el silencio.
El sol se pone pronto. Inabarcable, inacabable…
mudo.


Keka Conesa
Sevilla, España


❆ ❆ ❆



En esta vida
nadie puede dejar de hablar
de indizcar* y dizcar
de los unos y los otros
machucan con sus idas y venidas
lingüísticas y de otro modo
al pobre por que lo es
al rico por que también
al feo por feo
al guapo por guapo
a nadie se deja en paz
mas les valdría leer y viajar
dejar ese sarao
detrás de cada puerta
ocuparnos de lo importante
y vivir cada uno lo suyo
¡que ya es bastante!.


*indizcar: Lengua Aragonesa: Porfiar, jeringar, hostigar, irritar.
Cristina Eme
Zaragoza, España


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Placeres hay en la Vida
tan fáciles de alcanzar,
que no son siquiera caros,
no se compran con dinero
y nos proporcionan la paz.

Si sabemos disfrutarlos,
encontraremos en ellos
nuestro mejor bienestar.

Dizque las personas buscan
y no los logran hallar,
porque no buscan tranquilos
ejemplos de felicidad.

La compañía de un hijo
apenas recién nacido
que llena todo el hogar.

Leer en sus ojos queridos
toda la inmensa bondad.

Las caricias de la madre,
la dedicación del padre.

Compromiso que los ata,
que aprieta, sin machucar,
les empuja, les ayuda
sin duda alguna a marchar
sin prisa pero sin pausa
hacía un goce, de verdad...


Hortensia Ayuso Oliva
Torremocha de Jarama, Madrid, España


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